lunes, 24 de mayo de 2010
Ante la crisis, sí hay otro camino.
Muchos motivos que esgrimía el PSOE para votarles, han sido incumplidos, El gobierno socialdemócrata desvela su cara verdadera: sin el convencimiento de buscar una alternativa al sistema, juega como un ratón al que el gato goloso se come sin miramientos.
Después de su rueda de prensa del pasado jueves, cuando se adelantó el Consejo de Ministros, se dio salida a las medidas que gravan a los asalariados, (la bajada de sueldos de funcionarios, la congelación de las pensiones, la no inversión pública…) y se han pospuesto otras medidas para gravar al capital, quizás nos lo reserven como golpe de efecto al final de la legislatura para volver a convencer a los incautos, de su izquierdosidad.
La socialdemocracia, no duda en traicionar a la clase a la que dice representar, para asumir los intereses del capital, y lo que es más grave, para convertirse en mano ejecutora y llevar a cabo las medidas más brutales contra los trabajadores, arrogándose la titularidad del progresismo y en su nombre tergiversar los argumentos para ayudar a tragar estas medidas, para que los trabajadores las asumamos como el menor mal posible, pero alineándose ideológicamente con el neoliberalismo, que afirma que sólo existe una lógica: la del dinero, la de los intereses de los que más tienen.
Pero cuando aún no nos recuperamos de la primera embestida de las nueve medidas, vemos con asombro cómo se atreven a hablar de la reforma del mercado laboral, cuando con estas medidas tan brutales han herido de muerte todo diálogo social y cualquier respuesta sindical que no sea la huelga general desacreditará y desprestigiará a los sindicatos frente a los trabajadores que sienten estas “medidas” del gobierno como una agresión a sus derechos.
Y no ha hecho sino comenzar esta vorágine, porque frente a los que exigimos el control del mercado financiero, en España se inicia un proceso que va en un sentido diametralmente opuesto a la existencia de una banca pública, y una banca social. Tras la intervención de Cajasur ya se lanzan mensajes sobre procesos de privatización, desestructuración e incluso subasta de las Cajas al mejor postor, incluidos los bancos.
Frente a una socialdemocracia sumisa, tenemos una derecha oportunista, que no duda en lanzarse a degüello contra el gobierno del PSOE, aun coincidiendo con sus postulados políticos y económicos.
Desde luego que es necesaria una alternativa desde la izquierda que de respuesta al clamor social y la indignación, que se articule desde la participación de los movimientos sociales y políticos para no sólo frenar esta política económica antisocial, sino para dar una alternativa política, y hacer llegar la voz de todos los que ya estamos hartos de este bipartidismo impuesto.
En Madrid, estando tan próximo el Congreso del Partido Comunista de Madrid, mucho nos jugamos la izquierda si no se sabe dar una respuesta centrada en los objetivos de clase, si se continúa en discusiones infructuosas, y somos insensibles ante esta realidad.
Es imprescindible articular una alternativa, desde la participación, también de los comunistas madrileños, no desde la exclusión como está siendo hasta ahora en la Comunidad de Madrid.
Tenemos una responsabilidad histórica para afrontar esta etapa.
martes, 18 de mayo de 2010
domingo, 16 de mayo de 2010
Todos somos iguales, pero unos más que otros
viernes, 7 de mayo de 2010
Salid gritando a la calle
Una mariposa agita las alas y provoca un huracán. Llámese bajada del rating de la deuda pública, o un rumor, nadie es ajeno cuando la voracidad de los especuladores se desata. La democracia, los pueblos, pueden ser un papel agitado y los trabajadores acuden a terapias improvisadas y se dicen al oído: rise up, como verdad que crece.
Burócratas sin escrúpulos continúan su perorata, sobre mercados, economía, deuda pública, deflacción e inflacción, salmodian sobre el mercado su credo económico, su nuevo dios, el mercado, nos pide sumisión sin condiciones.
Ahítos de Wall Street, y de las bolsas internacionales, en sus sedes de cristal ponen un dedo en el mapa, quizás hoy es Grecia.
Allí un ser humano, atónito, no cree en este nuevo dios. No cree en los cuentos, ni en los sicarios, ni en el miedo vespertino. Levanta su voz, en un murmullo, que es un clamor ahora, alzáos, alzáos, rise up, rise up.
Y es que un poema que ya nadie recordaba se repite en el gesto:
En los malos momentos, no os pongáis a llorar,
porque os harán callar
con la limosnita de un poco de pan
En los malos momentos, decid que no entendéis.
Y tras escuchar,
Decid, porque es verdad, que seguís sin entender.
Cuando os digan: “Caridad”, vosotros decid: “Justicia”,
porque pedís lo que es vuestro,
no descanso de conciencia para los que dormitan.
Cuando os digan que el problema va a estudiarse,
salid gritando a la calle
las razones que los justos llamarán irracionales.
(Gabriel Celaya. El último recurso. VERSOS NECESARIOS)
Una mariposa agita las alas y provoca un huracán: “Pueblos de Europa, alzaos”, “People of Europe, rise up”