viernes, 7 de mayo de 2010

Salid gritando a la calle

Una mariposa agita las alas y provoca un huracán. Llámese bajada del rating de la deuda pública, o un rumor, nadie es ajeno cuando la voracidad de los especuladores se desata. La democracia, los pueblos, pueden ser un papel agitado y los trabajadores acuden a terapias improvisadas y se dicen al oído: rise up, como verdad que crece.

Burócratas sin escrúpulos continúan su perorata, sobre mercados, economía, deuda pública, deflacción e inflacción, salmodian sobre el mercado su credo económico, su nuevo dios, el mercado, nos pide sumisión sin condiciones.

Ahítos de Wall Street, y de las bolsas internacionales, en sus sedes de cristal ponen un dedo en el mapa, quizás hoy es Grecia. La EU y FMI bailan al ritmo de los mercados devoradores.

Allí un ser humano, atónito, no cree en este nuevo dios. No cree en los cuentos, ni en los sicarios, ni en el miedo vespertino. Levanta su voz, en un murmullo, que es un clamor ahora, alzáos, alzáos, rise up, rise up.

Y es que un poema que ya nadie recordaba se repite en el gesto:

En los malos momentos, no os pongáis a llorar,

porque os harán callar

con la limosnita de un poco de pan

En los malos momentos, decid que no entendéis.

Y tras escuchar,

Decid, porque es verdad, que seguís sin entender.

Cuando os digan: “Caridad”, vosotros decid: “Justicia”,

porque pedís lo que es vuestro,

no descanso de conciencia para los que dormitan.

Cuando os digan que el problema va a estudiarse,

salid gritando a la calle

las razones que los justos llamarán irracionales.

(Gabriel Celaya. El último recurso. VERSOS NECESARIOS)

Una mariposa agita las alas y provoca un huracán: “Pueblos de Europa, alzaos”, “People of Europe, rise up”

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